Once Dias / Bitacora De Un Profesor

ESTE LIBRO ES DOS LIBROS EN UNO DEL MISMO AUTOR ONCE DIAS NOTA BENE Los sucesos que dan origen a esta especial narración tuvieron lugar hace años (1962 o quizá 1963), cuando coincidieron dos circunstancias, en una de las cuales me vi involucrado por una amistad que se truncó por azares del destino; en la otra, puede señalarse que también estuve inmiscuido y ahora por partida doble, pues soy profesor zacatecano (ahora jubilado, pero en la época a tratar, vigente en el nivel de secundarias) preocupado y vigilante de la política educativa del gobierno estatal. Revierto el orden de trato a las dos circunstancias, pues así lo exige la realidad literaria, y también la lógica temporal. Es decir, primero hablaré, personificando, sobre el gobernador de la entidad que lo era el C. Ing. José Rodríguez Elías (antes J. Isabel, después José l., que popularmente y sin peyoración de mi parte, fue onocido a nivel nacional como el ingeniero Chabelo ), de quien ucho se dijo directamente, pero más por intermedio de urmuraciones ( de ambas formas conocí de manera personal arios casos). Una de ellas, positiva desde luego, fue lo publicado n la revista SIEMPRE! del gran periodista que fue José Pagés lergo (¡qué tiempos, señores!), en el sentido de que los habitantes .e una comunidad campesina le dijeron aproximadamente; "Tenemos necesidades de agua, de insumos ( en aquel tiempo no se pleaba este término), de brechas transitables durante la emporada lluviosa.: pero más necesidad tenemos de escuelas ra nuestros hijos ... " Quien narró el hecho en carta personal · rigida a la revista ( creo que fue un profesor egresado del ternado No. 9, ubicado en Guadalupe, Zac., de nombre Juan odínez, amigo hasta la actualidad) agregó que en los ojos del andatario se observó un dejo de extrema tristeza, muestra equívoca de que había comprendido la razón del sacrificio terial en aras del auxilio "espiritual" representado por la ucación que es, nada menos, el apoyo que el presente ofrece al turo. BITACORA DE UN PROFESOR 1.- BITÁCORA DE UN PROFESOR Por Manuel Reyes Ramos Desde un principio se quiere dar a estos apuntes un tinte gramático-literario enclavado en un contexto DIDÁCTICO, por tal razón se empieza a derivar de la definición correspondiente a la palabra BITÁCORA el rumbo a seguir en los diferentes espacios del trabajo. El diccionario Larousse proporciona la siguiente definición: Aparato en el que se suspende la brújula para que se mantenga horizontal en todas las posiciones del buque. En cambio el de la casa Porrúa señala: Especie de caja o armario fijo a la cubierta e inmediato al timón en que se coloca la aguja de marear. Y combinadas las dos acepciones se logra un contenido apropiado para los fines pedagógicos de este trabajo: Lugar fijo para observar o anotar siempre el rumbo dado al proceso educativo, a fin de conducir a buen puerto la enseñanza que debe ser y es el objetivo plus de la educación Consciente pues, de la definición 'ad hoc', o sea personificada, se puede afirmar que en el transcurso de las páginas podrá encontrarse la descripción de algunas prácticas que permitieron llevar al aula el principio universal de "Lograr el máximo rendimiento con el mínimo de esfuerzo", a lo que se agrega "mediante el procedimiento más apropiado para los fines perseguidos". Conviene hacer más explícita la presentación general del trabajo señalando que la finalidad prístina de las prácticas aquí recordadas fue siempre elevar el porcentaje de aprovechamiento del alumnado a cargo, en el caso específico, del suscrito, y en todo tiempo buscando el menor esfuerzo de los dos elementos del proceso educativo: el profesor y los alumnos; o, mejor, de los alumnos y el profesor.