Las Tareas Filoso´ficas Del Presente : Testimonios De Una Ex

PRÓLOGO Pero hay más: la poesía del bricolage le viene también, y sobre todo, de que no se limita a realizar o ejecutar; 'habla; no solamente con las cosas (. . .) sino también por medio de las cosas: contando, por intermedio de la elección que efectiía entre posibles limitados, el carácter y la vida de su autor. Sin lograr totalmente su proyecto, el bricoleur pone siempre algo de él mismo. Claude Lévi-Strauss El epígrafe que precede esta colección de ensayos nos remite de entrada a LéviStrauss, aunque tal remisión sea todo y lo único que a lo largo de los mismos tenga que ver con el pensador francés; y solamente porque Las tareas filosóficas del presente es bricolage en acto. Es decir, está conformado y constituido por conjuntos "no necesariamente estructurados" sino por "odds and ends", residuos y restos de acontecimientos discursivos incidentales y circunstanciales, fragmentarios y dispersos, que conforman sin embargo una unidad, un fragmento de discurso artesanal que se pretende al mismo tiempo objeto de conocimiento. Se trata de una colección abigarrada de intervenciones de diversa especie, hondura y extensión, pero que conservan entre sí uno o varios denominadores comunes: casi todos están más cercanos a la experiencia reflexiva que se asocia al tráfago de quehaceres y vivencias contemporáneas que a la investigación, libresca y calmosa, cuyos resultados se recogen en trabajos fatigosos y eruditos. Todos son, de alguna forma, apuntes sobre los que se pueden desarrollar esfuerzos más vastos y profundos, pero que han quedado en ideas sueltas que al hilo de una charla, un artículo, algún proyecto trunco, en su momento han convocado al trabajo y la voluntad reflexiva para tratar de decir cómo es el mundo, tal como yo lo veo, o para ijar, con la provisionalidad o la urgencia del caso, posiciones. Todos han sido esultado de la necesidad de decir lo que está mal, o lo que no me gusta, aunque inguno se detenga a definir lo que es correcto; por lo que podemos reconocer a ravés de ellos el aliento irreverente de la resistencia, la necesidad de saber qué está asando y la obligación de restituir en su agudeza original el mellado filo crítico del ensamiento reflexivo.